Tradición, ocio y tecnología:
las tres caras de Tokio

Todo aquel que emprende un viaje a Japón regresa encantado por la magia de este país, cuyos atractivos turísticos y culturales nos provocan una sensación de descubrimiento continuo. Tokio, su capital, despierta una fascinación en el viajero como pocas ciudades del planeta.

El cruce de peatones de Shibuya, el más concurrido del mundo, es una metáfora perfecta de la sociedad japonesa. Al contemplar cómo la aglomeración de peatones cruza la calle en una coreografía ordenada, cívica y rápida, se entienden muchos de los valores fundamentales de una cultura en la que la educación y el respeto son ejemplares. Solo así puede funcionar una urbe que suma un total de 36 millones de habitantes, y que actualmente esla ciudad más grande del mundo. Tokio ya no pertenece solo a Japón, sino al mundo entero, y sumergirnos en su inmensidad nos descubrirá un universo de sensaciones que nos dejará perplejos.

Palacio Imperial de Tokio

Aunque durante mucho tiempo el Palacio Imperial de Japón solo abría sus puertas las puertas a los visitantes dos días al año, ya es posible visitarlo con la misma frecuencia que otras atracciones turísticas.

Si buscamos la cara más tradicional de la capital de Japón deberíamos acercarnos al Palacio Imperial, donde podremos pasear por sus espectaculares jardines y contemplar los fosos y los muros del que llegó a ser el palacio más grande del mundo.

En el barrio de Asakusa quizá es donde mejor se palpa la tradición en el ambiente. Su arquitectura de casas bajas nos remite a las clásicas construcciones japonesas, los ryokan, y en este distrito es donde se encuentra el templo más antiguo de Tokio, el Templo Sensoji, cuya pagoda de cinco pisos es su principal seña de identidad.

Otro lugar en el que podremos disfrutar de la calma es en los idílicos jardines Hama Rikyu, una zona verde a la sombra de los rascacielos, en la que podremos dar un relajado paseo o saborear un té verde en la casa de té que hay en una isla sobre el estanque de agua salada.

Templo Sensoji de Tokio

El templo Sensoji es el más antiguo de Tokio. Su bella pagoda de cinco plantas es la seña de identidad de este templo budista dedicado a la diosa Kannon.

Para conocer un poco más la historia de la ciudad, vale la pena visitar el Museo Edo-Tokyo, ya que sus salas nos permitirán ir descubriendo los momentos más destacados de Tokio desde la época feudal hasta la revolución industrial y tecnológica. Otra experiencia muy recomendable para sentirse plenamente integrado en la cultura nipona es acercarse al barrio de Ryogoku, conocido también como “el barrio del sumo”, para presenciar en vivo algún torneo del deporte nacional de Japón en el salón de sumo Kokugikan y así familiarizarnos con este deporte tan impregnado de tradición sintoísta.

Luchadores de sumo en un combate

El sumo es el deporte nacional de Japón por excelencia. De origen milenario, sus rituales ceremoniosos tienen una fuerte influencia de la religión sintoísta.

Un crucero que nos lleve por el curso del río Sumida hasta Odaiba es una buena manera de adentrarnos el Tokio ultramoderno y tecnológico.

Odaiba es una isla artificial repleta de rascacielos que albergan las sedes de todo tipo de empresas del sector audiovisual, como Fuji TV y también de centros comerciales y parques temáticos como Joypolis, dedicado al universo de los videojuegos SEGA. Además de la réplica de la Estatua de la Libertad, la otra figura emblemática de Odaiba es una escultura de 18 metros de Gundam, el robot emblema de la productora Sunrise.

El robot Gundam da la bienvenida a los visitantes del centro comecial DiverCity de la isla artificial de Odaiba.

Con permiso de la gastronomía, la animación japonesa y el manga son quizá los productos culturales con mayor influencia cultural actualmente en el resto del mundo. Para descubrir la cara más estrambótica y friki de la cultura japonesa, el barrio de Akihabara es visita obligada. Este es el barrio tecnológico y otaku de Tokio por excelencia y aquí los frikis de la tecnología y del manga se encuentran en su salsa. Paseando entre las tiendas de comics, tecnología y salones de videojuegos descubriremos las últimas tendencias de moda extravagante y curiosos establecimientos como los manga cafés, en los que se puede leer cómics, ver DVD  e incluso pernoctar en un cubículo.

Vista nocturna de Akihabara en Tokio

El barrio de Akihabara, también llamado «Akiba», es una de los lugares preferidos por los devotos de la tecnología y el universo del manga de la capital de Japón.

Cuando la noche asoma y la luz de los neones de colores empieza a inundar la ciudad, es cuando la vibrante capital japonesa nos presenta toda su oferta variada y nocturna.

En la capital gastronómica mundial, Tokio es la ciudad con más estrellas Michelin del planeta, podremos disfrutar del placer de descubrir la cocina japonesa en entornos inimaginables, como por ejemplo, en el barrio de Shinjuku, en la calle Omoide Yokocho.

Restaurante de la Omoide Yokocho en Shinjuku Tokio

Los locales de la calle Omoide Yokocho son pequeños, apenas caben una decena de comensales en ellos, y destacan por su delicioso yakitori.

En el llamado callejón del tiempo emprenderemos un viaje a los años 50, ya que la estética del lugar se mantiene como si el reloj se hubiera detenido en esa época. En los pequeños restaurantes locales podremos probar el sabroso yakitori (brochetas de pollo) y otras muchas especialidades locales. Y rematar la experiencia con unas copas en el Golden Gai de Shinjuku, una zona de minúsculos y exclusivos bares que se está poniendo de moda por su encanto decadente.

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2020-10-13T09:43:20+02:00Asia, Magazine|
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