Los lugares más emblemáticos
de Samarcanda

Ciudades en el mundo hay muchas, pero muy pocas han marcado una época en la historia. Solo algunas urbes privilegiadas han logrado ser el epicentro de poderosas civilizaciones y ganarse el respeto, o las envidias, del resto del mundo.

Quizá estés pensando en Atenas, en Roma o en la antigua Constantinopla. O quizá en Samarcanda, una de las ciudades más bonitas de Asia Central, que con su mar de cúpulas azules se convirtió en el centro de la Ruta de la Seda. En este artículo te contaremos por qué esta ciudad es una visita imprescindible en tu viaje privado a Uzbekistán.

Plaza del Registan de Samarcanda

La plaza del Registán fue el corazón de la Ruta de la Seda en la época de esplendor de Samarcanda y aún hoy en día sigue siendo el icono de la ciudad.

Al pasear por la ciudad antigua, sus monumentos nos dejarán asombrados. En la belleza de su arquitectura y en los preciosos detalles decorativos de cerámica vidriada y sus mosaicos descubriremos el talento de los mejores arquitectos y artesanos de Asia Central. Era 1370 cuando Tamerlán decidió convertir Samarcanda en la joya del imperio timúrida.  Sus dominios abarcaban desde la India hasta Turquía y merecían una capital excepcional.

Tamerlán no escatimó en recursos para embellecer la ciudad con las mejores construcciones, una labor que continuaría su nieto, el astrónomo Ulug Beg.

Cerámica decorativa de la madraza Ulug Beg

Bellos motivos decorativos de cerámica vidriada de la fachada de la madraza Ulug Beg.

Sin embargo, la historia de la ciudad se remonta a miles de años atrás, ya que los hallazgos del yacimiento de Afrosiab, que podremos admirar en el museo de Afrosiab de Samarcanda, demuestran que este enclave ha sido una de las ciudades más antiguas poblada ininterrumpidamente. Las capas de la historia se han ido aposentando aquí y donde Gengis Khan dejó solo escombros a su paso, Tamerlán plantó la semilla de una ciudad maravillosa que conserva el encanto de su época de esplendor.

Madraza Tillya Kari en la Plaza del Registán de Samarcanda

La madraza Tillya Kari es la más moderna de las tres madrazas de la plaza del Registan. En su interior alberga una preciosa mezquita.

Con sus tres impresionantes madrazas, la plaza del Registán es sin duda el lugar más emblemático de Samarcanda.

Al admirar la belleza arquitectónica y los detalles de la decoración en azulejos de cerámica de las fachadas de estas escuelas coránicas y de sus minaretes seguro que nos emocionaremos. La madraza Ulug Beg (siglo XV), la madraza Sher Dor (1636) y la más moderna, la madraza Tillya Kari (1660), fueron los tres centros culturales de referencia de la ciudad en el auge de la Ruta de la Seda. Además, el recinto de madraza Tillya Kari alberga una mezquita con una asombrosa riqueza decorativa en la que predomina el dorado.

Interior del Mausoleo Gur Emir de Samarcanda

En el mausoleo Gur Emir descansan los restos de Tamerlán y de su nieto Ulug Beg. La ornamentación de sus salas es de una belleza incomparable.

Muy cerca del que fue uno de los centros neurálgicos de la Ruta de la Seda se encuentra el mausoleo Gur Emir, donde se encuentran las tumbas de Tamerlán y su nieto Ulug Beg, además de las de dos hijos de Tamerlán. La exquisita decoración de sus salas está a la altura de las figuras que descansan eternamente bajo lápidas de jade. Este lugar es muy especial para los uzbecos, que suelen visitarlo para rendir su homenaje estas figuras históricas de gran importancia para el país.

El bazar Siob es el mercado más emblemático de la ciudad y un lugar ideal para descubrir a su gente y a sus productos típicos.

Otro lugar que nos hará viajar en el tiempo y sentir los lejanos ecos de la Ruta de la Seda es el Bazar de Siob, un mercado muy dinámico que lleva siglos en funcionamiento.

Sus instalaciones se han adaptado a los nuevos tiempos y este será un lugar ideal para descubrir la vida de la ciudad, sus colores, el aroma de las especias y para disfrutar de los productos típicos, tan cuidadosamente expuestos en los puestos del mercado.

Mezquita Bibi Khanum de Samarcanda

Cuando Tamerlán ordenó su construcción, la mezquita Bibi Khanum era uno de los templos islámicos más importantes del mundo.

Cerca del bazar encontraremos otro de los lugares imprescindibles en Samarcanda para descubrir el legado de la época timúrida: la mezquita Bibi Khanum. Sus espectaculares cúpulas turquesas y la maravillosa ornamentación de cerámica vidriada que recubre su fachada nos dejarán boquiabiertos por su belleza. La construcción de este templo que fue culminado en 1404 ha dado pie a fascinantes leyendas, pero la verdad es que Tamerlán quería erigir en su ciudad uno de los templos más impresionantes del mundo islámico. Al contemplarla en directo, podremos dar fe de que logró su propósito.

Interior de la mezquita Bibi Khanum de Samarcanda

Los interiores de la mezquita Bibi Khanum nos deslumbrarán por su belleza y por su calidad artística.

El azul turquesa y las decoraciones en cerámica y terracota alcanzan su máximo esplendor en la necrópolis de Shah i Zinda de Samarcanda, un imponente conjunto de una veintena de mausoleos que datan de los siglos XI y XVI.

Según las leyendas aquí descansan los restos de Kusam ibn Abbas, el primo del profeta Mahoma, quien se dedicó a la difusión del islam en las tierras del actual territorio uzbeco. Esta necrópolis es la más grande de Uzbekistán y al pasear por ella nos sentiremos inmersos en la gran belleza y espiritualidad que irradian sus mausoleos.

Si quieres disfrutar de los encantos de la legendaria Samarcanda y descubrir los alicientes de la Ruta de la Seda, estas son las propuestas de ruta de nuestros viajes privados a Uzbekistán.

2020-10-09T15:39:15+02:00Magazine, Próximo Oriente|
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