Las cinco maravillas
de Tanzania
Sin duda, uno de los motivos que más nos impulsan a viajar es la búsqueda de experiencias distintas y aprender más sobre nuestro mundo.
Y eso es precisamente lo que un viaje a Tanzania nos hará sentir. En la inmensidad de sus paraísos naturales, como el Serengueti o el Cráter del Ngorongoro, podremos fantasear con observar a una naturaleza pura y salvaje seguir su curso, como si el ser humano jamás hubiera estado allí. En los espectaculares paisajes de la Garganta de Olduvai descubriremos la cuna de restos paleontológicos fundamentales para trazar la historia de la evolución humana, y en la exótica Zanzíbar podremos descubrir un enclave multicultural lleno de historia, que nos hechizará con la belleza de sus playas. Si continúas leyendo, puede que te entren unas ganas terribles de viajar a Tanzania para descubrir los lugares y las experiencias inolvidables que este país africano te ofrecerá.
1. El sueño de ver a los Big Five en su hábitat
En Tanzania, más del diez por ciento del territorio son reservas naturales y esto nos permitirá la oportunidad de descubrir a un sinfín de especies en sus hábitats naturales, entre ellos los Big Five (león, rinoceronte, elefante, búfalo y leopardo).
Estas y muchas otras especies que antes eran codiciados trofeos para cazadores, son ahora uno de los principales motivos para adentrarse en los parques naturales del país y descubrir territorios con una biodiversidad única en el mundo. El Parque Nacional de Selous es el más grande de toda África, un lugar en el que es posible «tener la sensación de poder absoluto de la naturaleza», como escribió el periodista de viajes Javier Reverte.
O la belleza del Parque Nacional del Lago Manyara, un paraíso de la naturaleza del que Hemingway afirmó que era «lo más bello que había visto en África». Quién sabe, si tienes suerte y paciencia con tu cámara de fotos lograrás llevarte fotografías increíbles como trofeo.
2. Conocer a los Masái y las etnias del país
Sus espectaculares vestimentas rojas y sus grandes ornamentos son los principales iconos de la imaginería de la tribu Masái, la tribu de guerreros y pastores seminómadas que habitan en parte del territorio de Tanzania y de Kenia. Ellos conocen como nadie las llanuras del Serengueti y del Ngorongoro y son una de las 120 tribus autóctonas de Tanzania que habitan el territorio. Acercarnos a ellos en las zonas rurales nos permitirá vivir una experiencia cultural única y descubrir sus costumbres, su gastronomía, sus tradiciones y su manera de entender el mundo, en la que la naturaleza tiene un papel fundamental.
3. Descubrir el Parque Nacional del Serengueti y ver en vivo la Gran Migración
Serengueti significa «la llanura sin fin», y el nombre de este parque nacional hace honor a su gran extensión. En esta área protegida encontraremos una gran variedad de paisajes y ecosistemas y, además, su variedad de fauna nos dejará boquiabiertos. Y es que el Parque Nacional del Serengueti es uno de los territorios con mayor concentración de fauna del planeta. En sus bosques y sabanas, además de los Cinco Grandes, encontraremos algunas de las mayores manadas de animales del continente africano, especialmente de ñus, cebras y gacelas, que cada año emprenden su ritual Gran Migración hacia las tierras de la reserva Masaai Mara de Kenya en busca de agua y pastos. Hacer un safari para disfrutar de este espectáculo único de la naturaleza, o sobrevolar las interminables llanuras del Serengueti en globo al amanecer serán experiencias que siempre quedarán grabadas en nuestro recuerdo.
4. Explorar el cráter del Ngorongoro y la Garganta de Olduvai
La caldera del cráter del Ngorongoro, el mayor cráter intacto del mundo, acoge en su interior un universo de vida salvaje que nos dejará absolutamente perplejos y asombrados. El rosa intenso del plumaje de los flamencos en las aguas del lago, las manchas hipnóticas de las cebras, que se cruzan con los ñus y los elefantes del lugar que se acercan a beber agua en las orillas de las fuentes de agua dulce de este paisaje de colores verdes intensos. Estos son solo algunos de los habitantes más ilustres de este santuario de fauna salvaje Patrimonio de la Humanidad, delimitado por los 20 kilómetros de diámetro de este cráter volcánico perfecto. Justo entre las áreas del Serengueti y del Ngorongoro, encontraremos además la Garganta de Olduvai, una zona de impresionantes paisajes y grandes hallazgos paleontológicos, ya que en «la cuna de la humanidad» se han encontrado los fósiles homínidos más antiguos del mundo. Si quieres conocer más sobre este lugar fascinante, te recomendamos nuestro artículo El cráter del Ngorongoro, un santuario de fauna salvaje.
5. Disfrutar de las playas de Zanzíbar, un paraíso multicultural
Quizá cuando pensamos en Tanzania, nuestra primera imagen sea la fauna salvaje y los paisajes rojizos de sabana y los parques nacionales de la Tanzania continental. Por eso, cuando viajemos hasta la maravillosa Zanzíbar y descubramos las bellas aguas turquesas que bañan las paradisíacas playas de esta isla, nos llevaremos una agradable sorpresa. Las islas suelen tener su propia personalidad y temperamento y aquí, la vida va a un ritmo más apacible y relajado. Disfrutar de las playas, ver a los pescadores locales faenan con sus tradicionales dhaws, y acercarnos a las aldeas rurales para descubrir los productos tradicionales y la gastronomía local, será un aprendizaje magnífico. En Stone Town, la capital de la isla, podremos descubrir los tesoros culturales de este enclave estratégico por el que han pasado un sinfín de culturas diferentes, cuyo mestizaje ha dejado un legado único.