La Isla de Penang,
un paraíso multicultural
Selamat Datang! Así dan la bienvenida al viajero en la Isla de Penang, a medio camino de los que fueron los grandes reinos asiáticos y los poderosos imperios coloniales europeos.
Penang fue el primer asentamiento británico en el Sudeste Asiático. Tenemos que remontarnos al año 1786, cuando el capitán Francis Light llegó al que sería el Fuerte Cornwallis en la actual Georgetown. Light vio rápidamente el doble potencial estratégico de Penang como puerto comercial y como lugar ideal para frenar la expansión francesa en Indochina. Cuentan que para alentar a los inmigrantes a instalarse en Penang, el capitán Light les prometió tanta tierra como fueran capaces de despejar y que disparaba dólares de plata desde los cañones de su barco hacia la selva para motivarlos aún más.
Para el año 1800 Penang ya había aumentado exponencialmente su tráfico marítimo, tras ser declarada puerto franco para atraer a los mercaderes de los establecimientos comerciales de las cercanas colonias holandesas. Prosperó rápidamente gracias al comercio de pimienta y especias, productos de la India, nueces de areca, estaño, opio y arroz.
La Isla de Penang consiguió su independencia de la Corona Británica en 1957 y en 1963 se convirtió en un estado miembro de Malasia.
Pero, ¿qué ofrece hoy la Isla de Penang a los viajeros que deciden visitarla? Una densa jungla tropical con gran biodiversidad, playas de arena blanca flanqueadas por palmeras en las que parece que el tiempo se detiene, pequeños pueblos de pescadores y granjas donde cultivan frutos exóticos y los típicos árboles durián, arte urbano iniciado por el artista lituano Ernest Zacharevic y secundado por otros creadores espontáneos, hermosos templos dedicados a distintas deidades ya sean mezquitas, pagodas budistas, templos chinos o hindúes. Y es que por encima de todo, lo que hace especial a esta isla es su multiculturalidad.
Su capital, Georgetown, diversa y cosmopolita, es un modelo de convivencia.
La tolerancia y armonía entre las distintas culturas y religiones se respira en el ambiente cuando paseas sin rumbo por la ciudad dejándote llevar tan solo por tus sentidos. Chinos, indios, birmanos, tailandeses, vietnamitas, también malayos por supuesto, comparten pacíficamente sus calles salpicadas de edificios de estilo colonial británico y divididas por barrios, como Little India, con sus vivos colores y el aroma a ricas especias, o China Town, con sus omnipresentes dragones mitológicos y las tradicionales shophouses.
Esta gran diversidad cultural también se refleja en la comida, por eso la Isla de Penang es conocida como “el paraíso gastronómico de Malasia”. Así que una razón más para viajar hasta aquí es probar la cocina malaya, india, tailandesa, vietnamita, china y también occidental que sirven en los cientos de puestos que ocupan las calles a mediodía y al atardecer.
Si quieres descubrir la Isla de Penang por tí mismo, consulta nuestro viaje Contrastes de Malasia.